Sin lugar a dudas, estamos ante el mayor fenómeno cinematográfico del año. Después de haber conseguido rendir a sus pies a medio mundo (1.442 millones de dólares son la prueba), Barbie todavía sigue dando mucho que hablar. No cabe duda de que, junto a Oppenheimer, se ha convertido en la película del verano. Un trabajo en el que brillaban con luz propia Margot Robbie y Ryan Gosling, y en el que las dosis de mordacidad se disparaban.
Sin embargo, se ha hecho público que hubo dos cuestiones que estuvieron a punto de salir en la película y que, finalmente, decidieron omitirse. La primera de ellas fue un comentario en el que Margot Robbie, tras recuperarse del lavado de cerebro, afirmaba que le gustaba la voz en off que explicaba, cual narrador, todo lo que estaba pasando. Esto era un puñal directo para Ridley Scott y su interés por eliminar detalles explicativos en sus películas más enrevesadas. De hecho, la cosa fue a más, originando la segunda de las cuestiones que se omitieron. Iba a ser nada más y nada menos que un cameo de… ¡Ridley Scott! Bueno, bueno. Esto sí que no habría tenido desperdicio. Podría haber sido la Barbie extraterrestre o la Barbie gladiadora…
Desgraciadamente, ninguna de las dos “maldades” se llegó a hacer, y desde aquí queremos presentar formalmente nuestra protesta. En una comedia satírica como es Barbie, también se tiene que arriesgar un poco con varios de los gags. Esperamos con ansia a Ridley Scott en una hipotética secuela.