Una etapa llega a su final pero bien podría suponer también el principio de otra. A pesar de que tenía toda la pinta de que con Jason Momoa tendríamos Aquaman para muchos años, lo cierto es que la decadencia en la que entraba el universo cinematográfico DC provocaba que la compañía se viese obligada a tomar medidas realmente drásticas. El aterrizaje de James Gunn y Peter Safran como nuevos hombres fuertes de la compañía suponía la fractura radical con todo lo visto hasta el momento. Se inaugura un nuevo universo DC y del anterior no quedará ni la raspa.
Hasta ahora habíamos visto como las grandes estrellas de las películas de DC eran despedidas sin demasiado miramiento. Pero con Jason Momoa parecía que las cosas eran distintas. La primera película de Aquaman se convertía en el mayor éxito de la historia de la compañía, por lo que aún se guardaban ciertas esperanzas de que Aquaman y el reino perdido diese una sorpresa positiva. Algo que ha quedado lejos de ocurrir, por lo que no se ha tardado en oficializar la despedida también de Jason.
Sin embargo, el actor ya ha puesto su mirada en un nuevo proyecto. Su intención no es otra que la de convertirse en el protagonista de la adaptación cinematográfica de Lobo. Desde hace muchos años se viene especulando con la posibilidad de llevar a la gran pantalla al salvaje personaje. Pese a que no es uno de los más conocidos de DC Comics, la realidad es que no son pocos los fans del brutal Lobo. Cuando conoces a este auténtico gañán, no puedes por menos que rendirte a sus pies. Y Jason Momoa ya ha dejado claro que es su personaje favorito, de modo qué piensa hacer lo que haga falta para llevarlo a los cines al más puro estilo Deadpool. Lo cierto es que no vamos a negar que nos encanta la idea.