Estamos en el año 1972. El vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya inicia su vieja para llevar llevar a un equipo de rugby a Chile. Durante su trayecto, la aeronave se estrella en un glaciar en el corazón de los Andes. Solo 29 de sus 45 pasajeros sobreviven al accidente. Están perdidos en medio de uno de los lugares más inhóspitos del planeta, en unas condiciones extremas que les llevarán a tomar medidas extremas para tratar de mantenerse con vida.
La historia ya la conocíamos de sobra. Libros, películas y testimonios habían relatado en numerosas ocasiones el terrible periplo sufrido por los náufragos de los Andes. Un relato que más bien parece sacado de la pura ficción, pero que tiene como base unos hechos reales ocurridos hace ya más de 50 años.
Sin embargo, nuestro Juan Antonio Bayona se ha sacado de la manga una película que nos ha llegado a todos directa al corazón. La sociedad de la nieve mezcla supervivencia y humanidad a partes iguales en un filme arrollador que está cosechando un éxito brutal desde que aterrizase en Netflix el pasado 4 de en enero.
Si algo nos ha impresionado de La sociedad de la nieve es su ajuste asombroso a la realidad. La comparación entre las fotos reales del accidente y varios planos de la película nos deja atónitos. Atentos, porque esto es La sociedad de la Nieve enfrentada a las imágenes reales de la tragedia.