Es necesario revitalizar el cine de superhéroes como sea. Desde que el género llegase a lo más alto con él descomunal fenómeno de Vengadores: Endgame, la decadencia se ha hecho evidente. Parece que la falta de creatividad y el agotamiento por parte del gran público se han unido para ponerle las cosas complicadas a Marvel, DC y compañía. Eso sí, tiene toda la pinta de que el negocio de la nostalgia dentro del cine de superhéroes funciona, lo que quedaba de manifiesto con el lanzamiento de Spider-Man: Sin camino a casa, el único gran éxito del género tras la pandemia.
Volver a ver a Tobey Maguire y Andrew Garfield metidos dentro del traje de Spider-Man, acompañando a Tom Holland, resultaba una magnífica idea. Los fans de varias generaciones llenaban las salas de cine de todo el planeta, e incluso se empezaba a pedir la expansión de la idea.
Siguiendo esa corriente, Marvel y Sony comenzaban a estudiar la posibilidad de darle luz verde a Spider-Man 4, la película de Sam Raimi que nunca llegó a hacerse realidad. Una cinta que implicaría también el regreso de Tobey Maguire como Hombre Araña, en un universo al margen del Spider-Man de Tom Holland.
“…Creo que Sam va a hacer otra ‘Spider-Man’ con Tobey”. Con esas palabras, Thomas Haden Church ha provocado que las ilusiones de millones de fans se disparen. El Hombre de Arena de Spider-Man 3 dejaba caer que el proyecto está sobre la mesa y no vamos a negar que Spider-Man 4 nos encantaría.