Hay intérpretes con un don especial. No hablamos de esos que siempre están bien. En este caso nos referimos a los que están tocados con un don especial. A los que se les ve ir un paso más allá. Los que hacen historia gracias a un talento arrollador. Son una especie exótica, de la que se ven pocos ejemplares y muy de cuando en cuando. En cualquier caso, cuando uno se cruza por la pantalla se detecta al instante. Y Austin Butler es uno de esos llamados a la grandeza.
El camino empezaba con trabajos adolescentes y muy del perfil Disney Channel. Poco se podía intuir lo que había detrás de Austin Butler. Hacía falta una oportunidad para demostrar su infinito talento y esta llegaría en el año 2022 de la mano de Elvis. Butler se metía en la piel del Rey del Rock, ofreciéndonos un trabajo absolutamente magistral. Una recreación brillante a todos los niveles, lo que le llevaba a conquistar el Globo de Oro y a quedarse a un paso de un Oscar que se llevaba Brendan Fraser de forma difícil de explicar. En cualquier caso, el techo empezaba a romperse.
Desde entonces, la carrera de Austin Butler no ha hecho más que adquirir más brillo. El actor se convertía en el robaplanos de Dune: Parte Dos, al tiempo que mostraba su infinito talento en Bikeriders. La ley del asfalto. El mundo televisivo tampoco se le resistía, con un tremendo trabajo en Los amos del aire. La siguiente parada será ponerse a las órdenes de Ari Aster en la nueva película del director de Hereditary o Midsommar. Un reto de grandes proporciones, ya que medirá su talento con el de un reparto en el que aparecen los nombres de Emma Stone, Joaquin Phoenix y Pedro Pascal.
Sea como fuere, lo que está claro es que, a sus 32 años, Austin Butler es ya el mejor actor de su generación y un tipo llamado a convertirse en leyenda del séptimo arte.