No vamos a descubrir ahora que en Alucine adoramos a Clint Eastwood. Además de ser una auténtica leyenda viva del séptimo arte, todos los que han tenido la oportunidad de trabajar a su lado siempre dicen que es un gran profesional y se deshacen en elogios hacia Harry el Sucio. Sin embargo, un rodaje se le atragantó particularmente. En concreto, el de una de las películas más recordadas de su carrera.
Tenemos que situarnos en la filmación de La leyenda de la ciudad sin nombre, del año 1969. Las constantes reescrituras y las desavenencias creativas no paraban de sucederse, algo que ponía de los nervios al actor. El propio Clint Eastwood explicaba lo sucedido: “La película terminó siendo mucho más superficial y simplemente no tuvo el impulso del guion original. Además, el rodaje duró una eternidad”.
Finalmente, llegó a un acuerdo con los productores y el filme se pudo terminar, eso sí, después de estar a punto de largarse a mitad del rodaje. Eso no quita para que, cada vez que echa la vista atrás, recuerde con cierto desasosiego todo lo relacionado con La leyenda de la ciudad sin nombre. De hecho, el lanzamiento de la cinta provocó una fuerte división de opiniones en su día, entre público y crítica profesional. En cualquier caso, ello no le impidió recibir una nominación a los premios Oscar por su banda sonora y a los Globos de Oro como mejor película de comedia o musical y mejor actor.
Curiosamente La leyenda de la ciudad sin nombre es, hoy en día, una obra de culto que no ha hecho sino afianzar aún más la estela de uno de los actores más grandes del cine. ¡Que viva Clint Eastwood para toda la eternidad!