Javier Bardem, galardonado con el Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián, se mostró bastante enfadado este sábado al sentirse engañado durante un evento en homenaje al cineasta Bigas Luna. Bardem esperaba una ceremonia íntima, pero al llegar al Hotel María Cristina, se encontró con una gran cobertura mediática, lo que lo llevó a abandonar el lugar. “Esto es una encerrona”, dijo el actor, visiblemente molesto, al ver la afluencia de periodistas que aguardaban su aparición junto a Penélope Cruz y Jordi Mollá, compañeros de reparto en *Jamón, jamón*. Sin embargo, Bardem fue el único de los tres en asistir al acto, al que acudió “por respeto a Bigas Luna y su memoria”. A pesar del malestar, Bardem posó brevemente junto a la hija del cineasta, Betty Bigas, y Eduardo Donato, amigo de Luna, antes de marcharse para tomar un vuelo.
Betty Bigas recordó que su padre, antes de fallecer, manifestó su deseo de que los actores de Jamón, jamón conocieran el jamón que él consideraba el mejor del mundo. Aunque la situación se volvió bastante incómoda, Bardem tranquilizó a la hija del cineasta, asegurándole: “Estamos aquí por ti, por tu padre y por tu madre”.
El viernes, durante la ceremonia de entrega del Premio Donostia, Bardem ofreció un emotivo discurso donde defendió “la mirada y la escucha” en una época en la que “es más fácil odiar”. Dedicatorias especiales fueron para su esposa, Penélope Cruz, sus hijos y su madre, Pilar Bardem. Bardem agradeció también a su maestro, Juan Carlos Corazza, quien le entregó el premio, por enseñarle “la importancia de respirar, sentir y escuchar al otro”. Rodeado por sus hermanos, Mónica y Carlos, Bardem recordó su primer contacto con el festival en 1993 y pidió a sus hijos que siempre sean honestos y no traicionen sus principios.
El evento también contó con momentos humorísticos a cargo de Andreu Buenafuente y Berto Romero, quienes lanzaron guiños a temas de actualidad como la proliferación de apartamentos turísticos en San Sebastián y el cine argentino.