Crítica de Boboda. Ya tenemos la firme candidata a la peor película del año

“Boboda” (2024) es la joya del año si tu objetivo es perder 77 minutos de vida sin posibilidad de recuperación. La trama sigue a José, un cuarentón atrapado en un baño averiado durante una boda. ¿Qué hace ahí? Se droga a escondidas de su mujer. Hasta ahí, parece que la cosa podría ir por algún camino curioso. Pero entonces entra el novio, no en busca de ayuda para su boda, sino con un problema más inverosímil: está enamorado de la abuela de su futura esposa.

Lo que podría haberse convertido en una comedia negra o al menos en una farsa entretenida, rápidamente se desmorona. El guion es un conjunto de decisiones desconcertantes que parecen tomadas bajo el mismo estado de alteración mental que el protagonista. José, lejos de ser un personaje entrañable, se presenta como un tipo perdido y sin rumbo que simplemente deambula por escenas absurdas sin ningún sentido. Y por si fuera poco, la interacción entre el novio y José es una secuencia interminable de diálogos cargados de torpeza, donde el humor intenta surgir de situaciones ridículas que solo logran que ruedes los ojos.

El momento cúspide de la película llega cuando, por supuesto, José se ve obligado a aconsejar al novio sobre su dilema romántico con la abuela. ¿Es una metáfora profunda sobre el amor en todas sus formas? ¿O un intento fallido de subvertir las expectativas? No lo sé, y honestamente, creo que ni los guionistas lo saben.

Visualmente, Boboda hace lo que puede con lo que tiene, que no es mucho. La mayoría de las escenas están ambientadas en un baño destartalado, lo que da una idea de cuánto presupuesto se destinó a este proyecto. Si creías que un baño roto no podía ser más deprimente, te equivocas. Esta película lo convierte en un escenario de miseria tanto física como narrativa.

Lo único que podría haber salvado a Boboda es un reparto que al menos lo hubiera pasado bien con este caos, pero no es el caso. Las actuaciones son tan planas como la trama, con personajes que no inspiran ni risa, ni simpatía, ni siquiera lástima.

“Boboda” es un recordatorio de que no todas las películas merecen ser vistas y lo único positivo que podemos decir de ella es que dura solo 77 minutos.

Responder