¿Dónde demonios se han ido los 200 millones que ha costado el “Joker 2”?

El estreno de Joker: Folie à Deux ha dejado a muchos seguidores y críticos con la misma pregunta en la cabeza: ¿Dónde han ido a parar los 200 millones de dólares que Warner Bros. invirtió en su producción? A pesar de toda la expectación generada en torno a la esperada secuela del aclamado Joker de 2019, los números de su primer fin de semana no han estado a la altura de las expectativas. La cinta lleva recaudados apenas 37,8 millones en Estados Unidos y 77 millones en mercados internacionales, sumando un total de 114,8 millones a nivel global. Una cifra considerable, pero que queda lejos de compensar el ambicioso presupuesto de producción y los costes de promoción.

La sorpresa no es solo por los resultados de taquilla, sino también por la falta de espectacularidad visual que suele esperarse de películas de este calibre. Para muchos, el presupuesto de 200 millones evoca imágenes de grandes superproducciones como las de Marvel o DC, cargadas de efectos visuales y secuencias de acción. En el caso de Joker: Folie à Deux, una sola explosión es prácticamente el único gran efecto especial de la película, algo que ha despertado escepticismo sobre la gestión del presupuesto.

El cambio de tono hacia el género musical ha sido uno de los giros más comentados de la película. Aunque los números musicales suelen ser costosos, ya que requieren una planificación coreográfica meticulosa y escenarios bien diseñados, no parece que la secuela del Joker haya invertido en escenarios tan complejos. A diferencia de un musical de gran escala, como Wicked, que cuenta con impresionantes coreografías de alto coste, Joker: Folie à Deux opta por un enfoque más minimalista, más comparable al teatro musical de Broadway que a una producción que cierre Times Square. Los escenarios, aunque ambiciosos, están lejos de ser realistas o impactantes en comparación con otras producciones musicales.

Una de las razones tras el inflado presupuesto podría estar en los sueldos de las estrellas. Joaquin Phoenix, quien interpretó a Arthur Fleck, pasó de cobrar 4,5 millones en la primera película a unos impresionantes 20 millones en la secuela. Lady Gaga, que se unió al elenco en el papel de Harley Quinn, recibió un sueldo estimado de 12 millones de dólares, mientras que el director Todd Phillips también habría visto un aumento considerable en sus honorarios. Sin embargo, incluso estas cifras elevadas no logran explicar la totalidad del presupuesto.

Esta inversión también pone en duda la estrategia de Warner Bros. En la primera Joker, Todd Phillips trabajó con un presupuesto mucho más modesto de 55 millones de dólares. La película se hizo famosa no solo por su impacto cultural, sino también por ser una producción económica que resultó extremadamente rentable, una rareza en el género de superhéroes. Pero en esta segunda entrega, Phillips ha recibido un presupuesto más cercano al de una superproducción de DC, aun cuando Joker: Folie à Deux se distancia de la acción y la espectacularidad de otras películas del universo DC.

Otra explicación posible para esta inversión podría ser que Warner Bros. apostara a que la asociación de Phillips con el Joker y el universo DC atrajera a un público más amplio, una táctica que a menudo se utiliza para justificar inversiones elevadas. Pero el giro musical y el estilo introspectivo pueden haber sorprendido a los fanáticos que esperaban una continuación de la atmósfera sombría y realista de la primera entrega.

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