La picadura de la araña que sufrió el bueno de Peter Parker le otorgó un buen puñado de superpoderes de la leche, pero desconocíamos que tuviese el que le han colocado en esta estatua de un centro comercial de Corea del Sur. Y es que el escultor Eunsuk Yoo decidió dotar al admirado Spiderman de un elemento que destacaba notablemente sobre el resto de su anatomía. Concretamente, en su entrepierna. A pesar de que el escultor ofreció la posibilidad de modificar el “rasgo” de la estatua, su retirada fue ya inevitable ante las muchas voces que afirmaban que “hería sensibilidades”. Yoo se empeñaba en remarcar que solo se trataba de “el toque cómico del héroe, que vive este fenómeno todas las mañanas como cualquier hombre”, pero el agravante de que el miembro de Spidey apuntase hacia un campo de juegos para niños se convirtió ya en el factor decisivo… Juzgad vosotros mismos.
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