A ratos no salen las palabras. Después de conocer que Robin Williams nos ha dejado, se antoja difícil escribir con la sonrisa del grandísimo actor clavada en nuestras retinas. No menos complicado es evitar que los ojos se humedezcan al pensar en “Hook”, “El Club de los Poetas Muertos”, “Mrs. Doubtfire” o “El Indomable Will Hunting”. Robin Williams se ha quitado la vida con solo 63 años. Sufría desde hace tiempo una profunda depresión. Es lógico, ya que él no tenía a un Robin Williams que le alegrase la vida. A las 20:00 hora española, la llamada de su esposa alertaba a emergencias. Nada se podía hacer ya. Robin Williams el Ganador del Oscar, Robin Williams el gran cómico de los 80 y los 90, nuestro Robin Williams se había ido.
¿Y “Jumanji”? ¿Y “Buenos Días, Vietmnam”? ¿Y “Despertares”? Esas nunca se irán. Desde que recuerdo el cine, recuerdo a Robin Williams. Desde que tengo uso de razón, mirar a ese señor hacía que el mundo pareciese un lugar más afable. Con una tristeza infinita despedimos al hombre feliz. Con una gratitud que jamás podremos expresarle debidamente. Te vamos a echar de menos, pero no dejaremos que caigas en el olvido. Mientras nosotros vivamos, tu lo harás. Solo nos queda levantarnos, subirnos a nuestras mesas y decirte “¡Oh capitán, mi capitán!”.