A cada uno lo suyo. Ningún director nos ha hecho soñar como Steven Spielberg. Cualquier momento es bueno para reivindicar Jurassic Park, pero la película que hoy atrae nuestra atención es la inolvidable E. T. el Extraterrestre. La cinta que tantas veces hemos disfrutado se guardó en el bolsillo un par de secuencias que no aparecieron en el montaje final, pero que ahora os ofrecemos. En una de ellas, después de que Elliot se emborrachase por culpa de E.T., el joven era enviado al despacho del director. Allí le esperaba un Harrison Ford dispuesto a darle una charla sobre los peligros del alcohol. El actor aparece de espaldas y solo se escucha su voz, pero Spielberg temía que su presencia pudiese distraer al público, por lo que optó por eliminarla.
Por su parte, la secuencia con la que debería haber terminado la cinta era muy distinta a la vista en cines. Lo cierto es que el final llegaba con una reflexión final bastante profunda por parte de Elliot que se cayó del montaje final por lo solemne del tono. Aquí os dejamos ambos momentos.