Corría el año 1947. En las oficinas de Warner Bros. Pictures se traían entre manos un proyecto de lo más interesante y que llevaba tiempo rondando por las mesas de los representantes y actores más prestigiosos del momento. “Rebelde sin Causa” era su título. Un joven actor llamado Marlon Brando se presentaba al casting con la esperanza de lograr el papel que le catapultase definitivamente, pero la prueba no terminó de convencer a los productores. Extraño, sobre todo si tenemos en cuenta que la prueba, como podréis ver, muestra a un Brando mostrando sin complejos su descomunal talento. La cuestión es que el joven aspirante no logro cumplir su sueño de protagonizar “Rebelde sin Causa”, pero tiempo después le llegaría la llamada para dar vida a un tal Stanley en una película titulada “Un Tranvía Llamado Deseo”. El resto es historia…
Mientras tanto, el proyecto de “Rebelde Sin Causa” se demoraba año tras año hasta que por fin se convertía en realidad en 1955 con un debutante como protagonista que escribía el primer capítulo de su leyenda: James Dean. Hoy resulta inconcebible imaginar la película sin el bueno de Dean, pero pocos pueden dudar viendo esta prueba que Marlon Brando habría estado a la altura.