Todo un espectáculo para los sentidos. Jean-Pierre Jeunet firmaba hace más de una década la cinta que seduciría a toda una generación de espectadores. “Amélie” se convertía en toda una tendencia dentro del mundo del cine iniciando una corriente de “soñadores” que trataría de repetir en repetidas ocasiones el éxito de la cinta protagonizada por Audrey Tautou. Des mismo modo, la fiebre “Amélie” traspasaba lo meramente cinematográfico para entrar a formar parte de una generación de jóvenes que pasaría a convertir la cinta en su biblia particular de cómo vivir.
Los colores, el carisma de los personajes, la originalidad de trama y narración, pero… ¿Hay algo detrás de la pintura? Cuando se mirá tras su aromática apariencia lo que se encuentra es una película vacía de contenido y con personajes tan inverosímiles que la empatía inicial acaba mutando en indiferencia. Del mismo modo, las situaciones más emocionantes de la obra se resuelven con excesiva torpeza y dilación. ¿Obra maestra?
Con el paso del tiempo, “Amélie” ha ido acumulando tantos fans como detractores. El mundo se ha transformado en un lugar en el que estás con “Amélie”, o contra ella. Sea como fuere, los inmensos ojos de la protagonista o el enano de jardín viajero no dejan a nadie indiferente. ¿Y tu? ¿La amas o la odias?