4. Terminator 2 (James Cameron, 1991): Porque las segundas partes también pueden ser buenas, “Terminator 2” se gana un puesto de honor en nuestra lista. El bueno de Arnie vuelve rehabilitado y más majo que las pesetas, para proteger al joven John Connor. Robots, viajes en el tiempo, gafas de sol negras… ¡Qué grande es esta película!
3. La Guerra de las Galaxias (George Lucas, 1977): La primera entrega de la saga galáctica, también conocida como “Una Nueva Esperanza” o “Episodio IV”, marcaba un hito dentro del género y de la industria. La exploración y creación de ricos universos crearía instantaneas legiones de fans que no han hecho más que multiplicarse con el paso del tiempo. Tanto es así, que dentro de un año se estrenará el Episodio VII y ya nos estamos mordiendo las uñas.
2. 2001: Una Odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968): La verdad es que al tal Stanley Kubrick no se le da mal esto del cine. Como era de soñar a lo grande, el genial director decidió contar la historia de la humanidad en dos horitas y pico. ¿Lo consiguió? Pues todavía soñamos con los simios en constante evolución, en astronautas al ritmo del Danubio Azul y en el temible y suplicante Hal 9.000, por tanto la respuesta es un “si”.
1. Blade Runner (Ridley Scott, 1982): ¿Os podeis creer que en su día no gustase? Pues así es. La película que nos lleva enamorando más de tres décadas no caló bien en su día. Hoy, por contra es el icono de la ciencia ficción en el cine. El fututo lúgubre por el que camina Harrison Ford en su caza de replicantes se convierte en el número uno de nuestra lista. “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tanhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”. ¿Hace falta añadir algo?
(Parte II)