Posición de honor para la gran sorpresa del año. El segundo escalón de nuestra lista con las 15 mejores películas de 2014 es para la brillante y arriesgada apuesta de un cineasta mágico, llamado a darle muchas alegrías al cine español.
Posición 2ª:
“Magical Girl”
Carlos Vermut firma su segundo largometraje tras “Diamond Flash”, esa obra de culto low cost que nos enseña lo lejos que se puede llegar con un guión glorioso. Lo hace con una historia en la que se mezcla mundo manga, enfermedades mentales, niñas con cáncer, José Sacristán y Manolo Caracol. Seguro que la fórmula no la habrán oído nunca. Tampoco la volverán a escuchar, porque eso es lo que hace tan estimulante la propuesta cinematográfica de Vermut. El ilustrador pinta en “Magical Girl” un cuadro que nunca hemos visto antes. Cada trazo del dibujo que se esconde bajo el filme resulta de un movimiento de muñeca que no obedece a normas, ni conoce de autoridad alguna más que el mero deseo de hacer cine.
Luis (Luis Bermejo) intenta hacer realidad el último deseo de una hija con cáncer (Lucía Pollán), Bárbara (Bárbara Lennie) vive en una constante lucha contra sus trastornos mentales y Damián (José Sacristán) sufre el tormento de un pasado que no le deja escapar. Tres historias. En apariencia tres hilos que forman una madeja, pero en esencia tres madejas que forman un hilo. Un hilo que embriaga y arrastra. Cada minuto de metraje de “Magical Girl” es tan seductor, como desgarrador. La sobria apariencia del filme se convierte en el ejercicio estilístico más majestuoso que el cine nos ha ofrecido en varios años. El arte de la sugerencia elevado a la enésima potencia logra que nuestra excitación aumente según se suceden los impecables planos de la obra. Todo esta en su sitio, pero nada lo está.
A la sensación de que a penas podemos hacer pie entre tanta desolación contribuyen, en buena medida una plantilla de protagonistas a los que el término “perfección” no les hace honor. Lennie, Bermejo y Sacristán logran interpretaciones seductoras. De esas que atraen como canto de sirena para golpearte sin piedad, porque hay rotunda realidad en la “Danteniana” lírica de Vermut. La realidad no pretendida de un mundo en el que “La Colmena” vale lo mismo que un folleto de tres al cuarto. La más pura y espontanea. La que impregna el pecaminoso trozo de pastel llamado “Magical Girl”.