Cuando haces una película es, más o menos como tener un hijo. Eso es lo que afirman muchos directores que, después de dedicarle todas las horas del día durante varios años a un proyecto acaban considerando a la “criatura” como sangre de su sangre. Por esta razón se hace especialmente curioso escuchar a un realizador disculparse por considerar demasiado mala una de sus películas. Eso ha hecho el genial Sam Raimi refiriéndose a Spider-Man 3.
“Todas las películas fueron un reto”, confesaba Raimi en una edición del Poadcast The Nerdist. El director se refería especialmente a los problemas surgidos por el exceso de personajes. “No creía en todos ellos, pero intenté hacerlo lo mejor posible. Después del éxito de la segunda entrega traté de conseguir algo similar en lugar de superarla”, continuaba Raimi para acabar disculpándose y lanzando un rotundo “La lié”. Todo un fenómeno este Sam Raimi que incluso es capaz de ver cuando no ha estado muy acertado.