Pasada la resaca de premios, llega la peor resaca: La de las decenas de fiestas posteriores a la gala de los Globos de Oro. Si creíais que con la alfombra roja y la entrega de premios habíais visto lo mejor, estabais muy equivocados. Como no podía ser de otra forma, nosotros nos hemos pasado por todas esas fiestas para rescatar selfies míticos, devoradores de hamburguesas y estrellas más pedo que Alfredo. Atentos a la variedad de bebidas alcohólicas que tenían a su disposición las estrellas más relucientes del panorama cinematográfico mundial. Con este panorama, llega el momento de avergonzarse.