Hablar de Ryan Gosling es hablar de uno de los intérpretes más talentosos y versátiles de su generación. Pocos se atreverían a discutirlo. Si hubiésemos pronunciado su nombre hace escasamente ocho años nadie habría sido capaz de ponerle cara. Hasta el año 2004 se había dejado ver con papeles secundarios en algunos filmes no excesivamente mayoritarios, como es el caso del drama deportivo “Titanes, hicieron historia” junto a Denzel Washington o el thriller “Asesinato..1-2-3” en el que compartía planos con Sandra Bullock. Llega entonces la primera cinta que marcaría el patrón de la que se convertiría en una carrera plagada de papeles tan extravagantes como interesantes: “El mundo de Leland”. En la película, Gosling interpretaría a un joven encarcelado tras asesinar a un niño autista. La cinta no logró gran trascendencia pese a su calidad, pero algunos ojos empezaron a situarse en su joven protagonista.
…Y llegó “El diario de Noa”.
El espaldarazo que Gosling estaba esperando llegó con la adaptación de la novela de Nicholas Sparks, “El diario de Noa”. La historia de amor recordada por dos ancianos mientras pasan sus últimos momentos en una residencia catapultó de forma definitiva la carrera del actor canadiense. Litros de lágrimas derramadas en las salas de medio mundo convirtieron a la cinta de Nick Cassavetes y a su protagonista en uno de los grandes éxitos de ese 2004. El nombre de Ryan Gosling ya no era tan extraño. Comenzaban a llegarle papeles tan interesantes como minoritarios, pero nadie podía ser ajeno su brillantez interpretativa. Con “Half Nelson”, una película de bajo presupuesto en la que Gosling interpretaba a un profesor drogadicto, la Academia le otorgaba una nominación al Oscar al mejor actor. Pese a no ganar, todavía llegarían “Lars y una chica de verdad”, “Blue Valentine” “Crazy, Stupid, Love” y “Los idus de Marzo” (esta última a las órdenes de George Clooney), que le otorgarían cuatro nominaciones a los Globos de Oro, dos de ellas en 2012. Ese mismo año, Gosling protagonizaría la que probablemente fuese la mejor película del año: “Drive” (Nicolas Winding Refn). Ocho años plagados de éxitos sin la guinda de los grandes premios, pero demostrando que se puede estar en la primera línea de fuego seleccionando papeles y películas arriesgadas e íntimas.
Gosling director.
A día de hoy, con los estrenos pendientes de “The Place Beyond the Pines” (junto a Bradley Cooper y Eva Mendes), “Only God Forgives” (de nuevo a las órdenes de Nicolas Winding Refn) y “Lawless” (la próxima cinta de Terrence Malick), Ryan Gosling anuncia que debutará tras las cámaras con la película “How to Catch a Monster”, sobre un guión escrito por él mismo. Para ello contará con las actrices Eva Mendes y Christina Hendricks (“Mad Men”) en los papeles protagonistas.
De modo que a sus 32 años, Ryan Gosling ya no solo es uno de los mejores actores del planeta, sino que también está dispuesto a lograr el mismo éxito con la cámara en la mano. No sabemos si lo logrará, pero lo que tenemos claro es que si lo hace, será siguiendo su propio estilo.
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