Eramos escépticos, pero tenemos que tragarnos nuestras propias palabras. El pasado domingo llegaba a las pantallas americanas la esperada serie “Better Call Saul“, spin-off de nuestra amada “Breaking Bad“. La serie se presentaba sin los míticos Walter White o Jesse Pinkman, pero si con el bueno del abogado Saul Goodman (Bob Odenkirk). Así las cosas, sin llegar al nivel de la serie originaria, “Better Call Saul” lograba un resultado creativo muy en la linea de “Breaking Bad” al mismo tiempo que aportaba nuevos elementos para nuestra seducción.
Pese a que todavía es pronto para aventurase a hablar de “Better Call Saul” como la revelación de la temporada, lo cierto es que ha logrado crear un clima más que interesante con los dos primeros capítulos emitidos en días sucesivos. Un abanico de posibilidades se abren en la serie que nos sitúa seis años antes de que los caminos de Saul Goodman y Walter White se cruzasen.
La crítica y el público ya han dado el visto bueno a nuestro regreso al universo “Breaking Bad”. De hecho “Better Call Saul” se convertía en el mejor estreno de la historia de la tele por cable gracias a los 6,9 millones de espectadores que decidieron no perderse los orígenes del famoso picapleitos de la AMC. En España, Movistar series ya ha ofrecido el primer capitulo y el segundo llegará esta misma noche.
Pintaba bien, y sabiendo de quién y de dónde viene, no hay que perdérsela. La culpa la tiene un tal Bob Odenkirk y una ambientación que recuerda otro nombre para no olvidar: Heisenberg
Si la serie alcanza a ser la mitad de buena de lo que que fue Breaking Bad, ya es digna de verse. Arrancó perfecta.