Allá por el año 1956, el célebre Howard Hughes producía uno de los mayores fracasos de su carrera con “The Conqueror” (en España le llamamos “El Conquistador de Mongolia” porque somos así de guays). La cinta dirigida por Dick Powell se convertía en todo un desastre, tanto a nivel creativo como a nivel comercial. Un reparto formado por John Wayne, Susan Hayward, Pedro Armendáriz o Agnes Moorehead hacía pensar en un resultado mejor, pero la maldición de “The Conqueror” no fue su fracaso, sino las terribles consecuencias que tendría con el tiempo.
El lugar escogido para rodar el filme sería en el desierto de Utah, cerca de St. George. Comenzaba así el rodaje en un emplazamiento cercano a un campo de pruebas de el Gobierno de Estados Unidos en Nevada. Pese a ser un lugar habitual de ensayo de armas nucleares, equipo de “The Conqueror” no creyó que existiese riesgo de ningún tipo en la elección del lugar. La cosa cambiaría seis años después, cuando el director Dick Powell fallecía a los 58 años como consecuencia de un linfoma. Este sería el primero de los múltiples casos de cáncer sufridos por el equipo de rodaje de la cinta. El mismísimo John Wayne caía víctima de un cáncer a mediados de los años 70. Lo mismo ocurría con Susan Hayward y Agnes Moorehead. Daba igual la edad. Pasados unos años, casi todos sufrían alguna variante de la enfermedad. Pedro Armendáriz se quitaba la vida a los 51 años después de que el cáncer de riñón con el que llevaba luchando 4 años se convirtiese en terminal.
En total, de los 220 integrantes del equipo de “The Conqueror”, en 1980 ya habían sufrido algún tipo de cáncer 91 personas. De ellas, 46 ya habían fallecido. Varios análisis de expertos afirman que no se puede ligar de forma concluyente la lluvia radioactiva y los casos de cáncer, pero que la inusual cifra muestra de forma evidente que un factor común influyó en la salud del equipo de “The Conqueror” de forma evidente.