Haber protagonizado una de las películas más exitosas de todos los tiempo, no garantiza un futuro dentro de la industria. Si no, que se lo pregunten a la actriz Ariana Richards. La repelente niña que decide encender una linterna como método de defensa ante un Tiranosaurio o que decide gritar para atraer su atención (se ve que la puñetera conocía toda forma de reclamo para salvajes carnívoros) no pudo gozar de la continuidad deseada en la gran pantalla. Después de “Parque Jurásico” (Steven Spielberg, 1993), la joven protagonizaría varias cintas sin éxito hasta terminar por abandonar su carrera en la gran pantalla en favor de su verdadera pasión: La pintura.
Lo más curioso es que Ariana Richards se ha convertido en una pintora de éxito. Las obras no parecen propias de una mujer que en su día se enfrentó a un par de velociraptores y resultan inquietantes por lo pasteloso de las mismas (tiene una sección especial para cuadros de caballos), pero lo cierto es que su web funciona de maravilla y se ha montado un negocio de los más cuqui.