Todo transcurría si grandes sobresaltos. Con un Neil Patrick Harris desaprovechado, unos premios que no se salían de las quinielas y hasta una Lady Gaga aburrida, la polémica llegaría al Dolby Theatre en el último premio de la noche. El encargado de entregar el Oscar a la Mejor Película no era otro que el dos veces ganador del Premio de la Academia, Sean Penn. El protagonista de “Mystic River” abría el sobre para anunciar a la ganadora y, después de una emocionante pausa, exclamaba: “¿Quién le dio a este hijo de puta su tarjeta verde de residencia? ¡Birdman!”.
La alusión a la nacionalidad de Alejandro González Iñárritu se convertía al instante en una agria polémica. Lo que olvidaba la gente es la gran amistad existente entre actor y director, algo que el propio Iñárritu aclaraba: “Me pareció gracioso. Sean y yo tenemos ese tipo de relación, es la manera en la que sobrevive nuestra amistad…Cuando un amigo como él te dice eso ya sabes lo que te quiere decir. Cuando le estaba dirigiendo en ’21 gramos’ siempre estaba haciendo ese tipo de bromas; además, no es el único que me hace ese tipo de chistes, son muchas las bromas duras de ese tipo que escucho y que no voy a decir. De todos modos, él y yo tenemos ese tipo de amistad, no lo encontré ofensivo. En mi opinión creo que fue muy divertido”.
Sean Penn y Alejandro González Iñárritu coincidieron en el rodaje de “21 gramos” y, desde entonces ,a ambos mantienen una gran amistad, lo que no parece haber aplacado las iras de quienes consideran inapropiada la broma del actor.