Podemos verla mil veces y mil veces nos pondrá la piel de gallina. Gladiator es, sin duda una de las obras más poderosas que ha dado el cine en el nuevo milenio. El bueno de Ridley Scott cerraba su santísima trinidad cinematográfica dándole una “hermanita” a sus dos obras cumbre, Alien, el octavo pasajero y Blade Runner. Por si no fuese suficiente, la cinta lograba el Oscar de la Academia y Russell Crowe pasaba a la historia como Máximo Décimo Meridio y sus inolvidables frases. Lo que no habíamos visto hasta ahora eran estas escenas que el director decidió eliminar del montaje final. Todas ellas tienen cierto interés, pero cabe destacar la primera con Joaquin Phoenix y su Emperador Cómodo en modo “destroyer”. No te las pierdas.