6. LA MATANZA DE TEXAS (Tobe Hopper, 1973): La bucólica tarde de domingo planeada por cinco amigos acabará de manera poco agradable cuando se cruzan en el camino de una sanguinaria familia con aficiones de lo más macabras. Cinta de culto donde las haya, a pesar de considerarse obsoleta por parte del público, sigue conservando el “punch” del primer día son su particular estilo realizativo. Con ella nació el “Slasher”.
5. SAW (James Wan, 2004): La gran obra de terror de la última década se nos presentaba como un terrorífico juego psicológico. Dos hombres en medio de una desvencijada estancia. Cada uno esposado a un lado de la sala. Uno de ellos tiene una nota: O mata al otro antes de ocho horas o ambos morirán, así como su familia. La cosa va en serio. Si no, que se lo pregunten al misterioso cadáver que hay entre ambos.
4. PESADILLA EN ELM STREET (Wes Craven, 1984): Dormir no ha vuelto ser lo mismo desde que Wes Craven decidió empezar a asesinar a jóvenes en sus horas de descanso. Los chicos empiezan a tener pesadillas en las que son perseguidos por un hombre de rostro quemado y cuchillas en las manos. El problema es que las pesadillas se convierten en reales cuando empiezan a ser asesinados mientras sueñan.
3. PSICOSIS (Alfred Hitchcock, 1960): ¿Se imaginan cargarse a su protagonista a la media hora de película? Pues Hitchcock si. Es más, lograba convertir semejante bofetón narrativo en virtud. Tras cometer un robo en su empresa, una joven secretaria huye de la ciudad. Tras horas conduciendo, llega a un pequeño motel de carretera regentado por el tímido y misterioso Norman Bates. El joven vive en una casa junto al motel con su madre… o eso dice.
2. EL RESPLANDOR (Stanley Kubrick, 1979): La insolencia que la maestría lleva aparejada llevaría al gran Stanley Kubrick a empeñarse en aterrorizarnos con una cinta llena de luz… ¡Y vaya si lo conseguiría! Jack Torrance se desplaza junto a su familia a un hotel en las montañas de Colorado para encargarse de él durante el tiempo que permanece cerrado en invierno. Aislados en medio de la nieve, la paz que trataba de buscar Jack para escribir su novela va mutando en locura a la par que fenómenos paranormales se suceden.
1. EL EXORCISTA (William Friedkin, 1973): Cuando todos los elementos del proceso cinematográfico llegan a un mismo punto de intensidad en un mismo intervalo de tiempo, el resultado es la perfección del género, en este caso del terror. Una niña de doce años es victima de múltiples fenómenos paranormales, lo que lleva a su madre a pensar que el mal que padece es espiritual. Para tratar a la niña requerirá los servicios de un sacerdote que luchará contra la posesión diabólica de la niña con el exorcismo más famoso de la historia del cine.
(Parte I)