– La Gran Boda: Cuando decides juntar a semejante plantilla, no es descabellado que los talentos y los egos se pisen hasta dejarlo todo en un combate nulo. En este caso, las estrellas no parecían tener ni ganas de intentarlo. Si no, no se entiende la desidia y el poco entusiasmo de los geniales Robert De Niro, Diane Keaton, Susan Sarandon, Amanda Seyfried y Robin Williams.
– Batman & Robin: Joel Schumacher ya sabia que le estaban mirando mal después de liarla parda con “Batman Forever”. Para empezar a ganarse la simpatía de los fans, el actor apostaba con estrellas consagradas del perfil de Arnold Schwarzenegger o Uma Thurman a la par que estrellas emergentes del calibre de George Clooney, Chris O´Donell y Alicia Silverstone. Todos conocemos ya el resultado.
– Todos los Hombres del Rey: Difícilmente se puede imaginar un reparto más poderoso que el reunido por Steven Zaillian para este drama político. Sean Penn, Kate Winslet, Patricia Clarkson, Anthony Hopkins, Jude Law, James Gandolfini o Mark Ruffalo se empeñaban en aburrirnos de forma solemne en este intento de obra maestra.
– Cristóbal Colón: El descubrimiento: Si una película no la salva ni Marlon Brando, es que no la salva nadie. Warner Bros. Pictures se gastaba un pastizal en esta mezcla de película histórica y cinta de aventuras en la que no se salva ni el apuntador. Tom Selleck volvía a hacer gala de su nefasto ojo a la hora de escoger papeles en una obra que se llevaba también por delante a Benicio del Toro o Catherine Zeta Jones
(Parte I)