“A la izquierda, yo y mi hija en 2008. A la derecha, hace dos semanas, 85 libras (38,5 kg.) después”. Con una fotografía, conseguía acaparar la atención de las redes. El director y actor Kevin Smith presentaba su nuevo look ante los medios después de perder casi 40 kilos. El hombre que “parió” esas joyas llamadas “Clerks” (1994) o “Dogma” (1999) se ha marcado un cambio radical de imagen que ha querido compartir con sus seguidores de Twitter, pero que ha logrado atraer la atención de propios y extraños.
Tras la curiosa “Tusk”, Smith atraviesa uno de los momentos más dulces de su carrera. Con seis proyectos en el bolsillo, el inolvidable “Bob el Silencioso” parece encontrarse con energías renovadas después de que en 2012 anunciase que se había cansado de dirigir. No le vendrá mal tener una buena cantidad de trabajo, ya que todo apunta a que el bueno de Kevin deberá renovar todo su armario. Las prendas XXL y las camisetas de hockey han pasado a la historia.
