Que eran unos auténticos robaplanos era algo que teníamos muy claro. Lo que no imaginábamos es que los pequeños esbirros de Gru serían capaces de aguantar sobre sus hombros una cinta completa y convertirla en uno de los grandes éxitos del año. La fiebre amarilla ha invadido las taquillas de todo el planeta con la película de “Los Minions”. Los 650 millones de dólares que ya acumula a lo largo de todo el planeta hacen que los Minions marquen el ritmo en la gran mayoría de países, con un largo recorrido todavía que apunta a que el filme pueda ingresar en el club de los 1.000 millones. Pero no todo son alegrías para la cinta…
Durante los últimos días, un mensaje irrumpía en las redes sociales: “Sabías que “Minions” era el nombre con el que denominaban los nazis a los niños judíos que adoptaban para hacer experimentos con gas Zyklon B?”. Al texto se añadía una imagen en la que varias personas portaban cascos cilíndricos con una pequeña apertura circular en el centro, al más puro estilo “Minion”.
La polémica estaba servida, ya que la tendencia generalizada de la sociedad es a creer antes que a averiguar. Si bien desconocemos las referencias estéticas de los Minions, en caso de haber tomado esta fotografía como referencia, no habría sido ningún delito. El motivo es que, lejos de tratarse de niños con cámaras de gas portátiles, la instantánea procede del archivo del Royal Navy Submarine Museum, el museo de la Marina Real Británica. Allí se exponen fotografías como la que hemos visto como recuerdo de los rudimentarios aparatos de buceo utilizados en 1908.
Así las cosas, el bulo carece de base, pero como ya sabemos, “calumnia, que algo queda…”