4. Pollo Jurásico (1994): Ojo, porque esto no hay por donde pillarlo. Allá por 1994, la fiebre de “Jurassic Park” estaba en pleno apogeo. En eso que irrumpió por esto del cine un italiano llamado Jerry Cala empeñado en marcarse una especie de parodia de la cinta de Spielberg. El resultado no podría haber sido más desastroso. Los pollos gigantes no logran despertarnos ni una simple carcajada y el filme consigue que nos odiemos con todas nuestras fuerzas por el tiempo de vida perdido.
3. El Hijo de la Máscara (2005): Allá van 86 minutos de nuestras vidas que nunca volverán… La máscara de Loki vuelve a hacer de las suyas después de llegar a lo más alto de la mano de Jim Carrey y Cameron Diaz. Un regreso que pretende torturarnos con el tedio. Se rumorea que en Guantánamo era frecuente el pase en bucle de la película. Los prisioneros cantaban en el primer acto.
2. Campamento Flipy (2010): Es intrigante pensar en el momento en el que un grupo de adultos se reunieron alrededor de una mesa y decidieron hacer una película titulada “Campamento Flipy”. Facilmente podríamos estar ante el gran horror del cine patrio. Si no, tampoco queremos conocer a la obra que se lo disputaría. Ya no es que no tenga gracia. El problema es que da hasta vergüenza ajena.
1. Norbit: Hubo un tiempo en el que Eddie Murphy lograba encadenar éxito tras éxito. De hecho, a todos nos parecía que el actor era uno de los pitos más divertidos del planeta. Entonces, de la noche a la mañana, al intérprete se le ocurrió empezar a interpretar a media docena de personajes por película, a cubrirse de látex y a hacer bromas soeces y escatológicas. De entre todas las cintas de este perfil, “Norbit” llegaba a la cumbre de la falta de gracia.
(Parte I)
No Responses