En un futuro no muy lejano, Gran Bretaña de ha convertido en un país totalitario liderado por un tirano. Constantes violaciones de la libertad, salvaje represión y toque de queda se convierten en la rutina habitual de cualquier día normal. Un día, tras el toque de queda la joven Evey (Natalie Portman) se ve envuelta en problemas. Entonces, un extraño personaje enmascarado que se hace llamar “V” (Hugo Weaving) la rescata. El misterioso justiciero se muestra como el organizador de un gran plan para lograr que el pueblo se levante contra la tiranía.
Con esa premisa, V de Vendetta se convertía en una de las sorpresas cinematográficas más agradables de los últimos años. Tomando como punto de partida el cómic de Alan Moore y el guión de los hermanos Wachowski, James McTeigue se sacaba de la manga una sensacional obra. El éxito de la misma se debía en buena parte al buen hacer de sus dos protagonistas. De hecho, pese a no dejar que veamos su rostro, Hugo Weaving nos demostraba que se puede construir una enorme actuación solo con tus gestos y tu voz. Lo que no sabíamos es que debajo de la máscara de “V” se escondió durante mucho tiempo el rostro del actor James Purefoy.
Ni más ni menos que seis semanas de rodaje estuvo James Purefoy rodando para V de Vendetta. Tras ese tiempo, el protagonista de Solomon Kane y Templario era despedido por lo que se argumento como una cuestión de diferencias creativas (a saber qué ocurriría). Hugo Weaving asumía entonces el rol y se encargaba de doblar todas las escenas en las que Purefoy interpretaba al personaje.