Breakdown (1997): Cuando un thriller te agarra por el cuello y aprieta hasta cortarte la respiración, lo normal es que la historia le guarde un lugar más respetuoso. Kurt Russell y su esposa viajan a través de una carretera desierta cuando su coche sufre una avería. Un amable camionero se detiene y se ofrece a llevar a la mujer a una cafetería para pedir ayuda, mientras él espera en el vehículo. El problema es que cuando al fin consigue llegar al restaurante, Kurt Russell descubre que nadie allí ha visto a su mujer.
Medidas Desesperadas (1997): He aquí una de esas cintas de las que ya no se hacen. Con un ritmo endiablado y una asombrosa capacidad para mantener nuestra atención, el filme une a Michael Keaton y Andy García en este memorable thriller. Un policía en búsqueda desesperada de un donante compatible con su hijo y un peligroso asesino convicto como única opción son el caldo de cultivo ideal para hacer que lo pasemos en grande. Si a eso le añadimos que el delincuente considera el viaje al hospital como la mejor forma de huir, está todo dicho.
Jackie Brown (1997): Para cualquiera, esta es la cinta más pobre de Tarantino. Nada más lejos de la realidad, ya que “Jackie Brown” está, como mínimo, a la altura de otras consideradas como obras cumbre. La azafata de vuelo que hace de correo para un mafioso es el centro alrededor del que gira una de las cintas más agrias y con diálogos más mordaces del inefable director.
Medianoche en el jardín del bien y del mal (1997): Lo que se presentaba como la tranquila cobertura de una fiesta de Navidad celebrada por un excéntrico millonario (Kevin Spacey) acaba por convertirse en algo mucho más interesante para un joven escritor (John Cusack). Ante un turbio caso de asesinato que implicará al rico sureño, el escritor decide comenzar a investigar por su cuenta. Sería suficiente argumento decir que es de Clint Eastwood, pero hay que matizar que se trata de una de las grandes lecciones del maestro con una cinta de portentosa narrativa e insano magnetismo.
(Parte I)
Media noche en el jardín.. Imperdible, un manejo magistral del thriller