Lo de Nicolas Cage es un caso realmente extraño. Por alguna razón, el protagonista de “La Roca”, “Cara a Cara”, “Con Air” o “El Ladrón de orquídeas” es capaz de enlazar obras absolutamente patéticas cuya enumeración omitiremos. De hecho, el ganador del Oscar por “Leaving Las Vegas” todavía es capaz de demostrar gran talento de forma esporádica como demuestran “Kick-Ass”, “El Señor de la Guerra” o “Joe”. El problema es que la constante paradoja parece inclinarse hacia el lado de los horrores y de los papeles en los que parece buscar el boicot de su carrera.
Las tres décadas de actividad de Nicolas Cage también son célebres por los sensacionales papeles rechazados por el actor. Una mala selección de personajes y sus miles de excentricidades caras parecen haberle costado la carrera al bueno de Nic. Estamos hablando del actor que rechazó el papel de Aragorn en “El Señor de los Anillos” o del mismo al que los Wachowski no pudieron convencer para convertirse en el Neo de “Matrix”. Demasiadas oportunidades perdidas que no parecen preocupar mucho a Cage, tal y como hemos podido leer en su entrevista para Newsweek:“Realmente no me arrepiento de nada. Creo que arrepentirse es una pérdida de tiempo.Está claro que hay películas que me habrían beneficiado si las hubiese hecho si determinadas circunstancias de mi vida me lo hubiesen permitido”.
Pero hay un papel que rechazaría en una decisión que todavía le cuesta el sueño. Quentin Tarantino quería a Cage para meterse en la piel del boxeador Butch en “Pulp Fiction”. Ante la negativa del actor, el inefable director optaría por Bruce Willis para protagonizar un filme considerado hoy como una de las mejores películas de la historia. Consciente de que su carrera va cuesta abajo y sin frenos, Nicolas Cage declaraba sus deseos de trabajar con un director especialista en rescatar carreras: “Quentin Tarantino y yo podríamos hacer algo muy especial. Pero me mantengo positivo y espero que algún día se haga realidad”.