4. Lo que hacemos en las sombras (Taika Cohen y Jemaine Clement): Desde Nueva Zelanda nos llegaba una de las películas más divertidas que hemos visto en mucho tiempo. Este falso documental sobre tres vampiros que comparten casa y que intentan adaptarse a los tiempos modernos es tan inteligente, como capaz de lograr que te revuelques de la risa.
3. El Año más Violento (J.C. Chadnor): Para conseguir cortarte la respiración no son necesarios grandes efectos. Con tener a un buen tipo en apuros, la cosa está hecha. Si le damos una vuelta de tuerca al protagonista de “¡Qué bello es vivir!” y lo introducimos en un mundo tan plagado de criminales como el del transporte y venta de gasoleo del Nueva York de 1981, la cosa desemboca en lírica cinematográfica. Buena parte de la culpa la tienen los enormes Oscar Isaac y Jessica Chastain.
https://youtu.be/Z0gLU_Yvr5s
2. NightCrawler (Dan Gilroy): Con un alcance acotado a pequeños festivales y con un estreno en un número reducido de salas, mucha gente todavía no sabrá que Jake Gyllenhaal y su Lou Bloom vagan por ahí en busca de crímenes nocturnos para una de las mejores películas del curso. De hecho, nos atreveríamos a decir que estamos ante la obra más perturbadora del año y frente a la mejor interpretación.
1. Begin Again (John Carney): El director de “Once” volvía a mezclar amor y música con un filme que debió aspirar al Oscar. Lejos de ello, su paso por las carteleras fue de lo más discreto a pesar de que Mark Ruffalo, Keira Knightley y el resto del reparto está que se sale y de que pocas películas consiguen hacerte sentir tan bien.