El viejo Quentin es uno de esos tipos que no se muerden la lengua. El sensacional director lleva más de dos décadas demostrando su talento tras las cámaras, lo que le ha convertido en uno de los cineastas más importantes de nuestro tiempo. Su capacidad para crear fans incondicionales de su cine es directamente proporcional a su facilidad para sembrar la controversia cada vez que le ponen un micrófono delante.
Los últimos en sumarse a la lista de agraviados u ofendidos por Quentin Tarantino han sido los policías de Nueva York. Parece ser que el motivo de tal enfado sería el discurso del director ante los cientos de asistentes a una manifestación contra la brutalidad policial.
“Si creéis que están ocurriendo asesinatos, entonces necesitáis levantaros y poneros en pie en contra de ellos. Estoy aquí para decir que estoy del lado de los asesinados”, proclamaba un Quentin Tarantino que también denunciaba la cooperación del sistema para evitar que los policías puedan librarse de la cárcel o ser juzgados.
Así las cosas, el Sindicato de Policías de Nueva York lanzaba un comunicado arremetiendo duramente contra el director y pidiendo el boicot de sus películas: “No es ninguna sorpresa que alguien que se gana la vida glorificando la delincuencia y la violencia, odia a los policías también. Los policías que Quentin Tarantino llama ‘asesinos’ no viven una de sus depravadas fantasías de la pantalla grande, sino que arriesgan y a veces sacrifican sus vidas para proteger a las comunidades del verdadero crimen y caos”.
Sea como fuere, lo cierto es que el 8 de enero de 2016 aterrizará en nuestras pantallas “The Hateful Eight”, la nueva cinta de Quentin Tarantino, y nosotros no vamos a boicotearla.