¿Cómo se pasa de rodar cinco películas al año a no firmar ningún trabajo en dos años? ¿Un declive de carrera? ¿Una enfermedad? Nada de eso. Tiene solo 39 años y no trabaja en el cine porque no quiere.
Con una introducción de este tipo, muchos estarán bastante sorprendidos y preguntándose sobre la identidad de la estrella en cuestión. Pues ella es Jessica Alba y en uso y disfrute del poder de su personaje en “Loc Cuatro Fantásticos”: Volverse invisible (no nos hemos podido resistir a introducir el chascarrillo).
Mujer más deseada del mundo, estrella del cine y una de las intérpretes más solicitadas de la industria. Así era Jessica Alba allá por 2005, cuando alternaba su papel de superheroína con el de sensual bailarina en “Sin City”. No le faltaban películas menores, acción o cintas independientes. Todos querían a la chica del momento. Pero con la llegada del 2010 todo terminaría… Desde entonces, solo alguna película esporádica y papeles menores para un triste balance de 5 películas en los últimos cinco años y nada de trabajo desde la fallida “Sin City: Una dama por la que morir”, cuatro dos años atrás.
¿Qué pasa entonces con Jessica Alba? Pues que está forrada la puñetera. Hace casi cuatro años ponía en marcha The Honest Co., una empresa de productor orgánicos para hogares con niños. Con 350 empleados en la actualidad, este 2015 apunta a cerrar con un beneficio de 220 millones de dólares. Esto haría del negocio de Jessica Alba un éxito rotundo, ya que en este escaso periodo de vida, la compañía ya ha logrado una facturación de más de 900 millones.
Glamurosa estrella del cine, chica de tendencia, madre entregada y amante esposa. Con esa fórmula ha conseguido Jessica Alba convertirse en una auténtica reina de los negocios.
Una voluptuosa mujer , que no finge en escenas eróticas, pues en sus fotos y videos “pornos” se muestra espontáneamente cachonda y arrecha y en evidentes posiciones lujuriosas unas veces se masturba “arrobadoramente” y en otras disfruta, como engullendo “una golosina” al practicar la felación o regodearse con muchos falos a su alrededor o”devorarse” una soberbia y profunda penetración.