No sabemos que clase de cruce de cables se ha provocado en el cerebro de Mel Gibson, pero lo cierto es que parece estar fuera de control. Poco o nada queda del hombre que se convirtió en leyenda gracias a la trilogía de “Mad Max”, a la saga de “Arma Letal” o a esa maravilla titulada “Braveheart”. A día de hoy, Mel Gibson es solo un tipo enfadado…
Comentarios antisemitas, conducción en estado de embriaguez, salidas de tono descomunales, entrevistas surrealistas, peleas varias y agresiones múltiples son solo algunas de las aficiones del actor en estos últimos tiempos. El pasado mes de agosto se produjo el último incidente después de que una reportera intentase hacerle unas fotos a Gibson y su acompañante a la salida de un cine en Sidney. Violencia e insultos se sucedieron en un episodio que no nos resulta ya demasiado sorprendente.
Hace un par de semanas el momento estuvo a punto de repetirse. De no ser porque actor y paparazzi se encontraban en aceras distintas de la calle, la cosa habría ido a más. La mecha del actor es bastante corta y solo el tráfico en la carretera impidió un nuevo altercado. Sea como fuere, las imágenes dejan bien claro las intenciones de Mel.
No vamos a mentir. Nosotros somos de esos que consideramos al Mel Gibson director como un auténtico visionario. Lo que pasa es que seguimos sin entender qué demonios ocurrió con aquel genial tipo al que idolatrábamos y que ahora se ha convertido en esta especie de monstruo fuera de control.