8. Operación U.N.C.L.E. : Una lástima que la cinta de Guy Ritchie no haya funcionado como merecía. El filme es de lo más inteligente y disfrutable, pero la inversión para una película de este corte se antoja excesiva. Los 75 millones de coste del filme provocaban una exigencia que “Operación U.N.C.L.E.” tenía muy difícil cumplir en un verano plagado de grandes estrenos. Nunca será recordada como un gran negocio, pero lo cierto es que es muy recomendable.
7. El Destino de Júpiter: A principios de año aterrizaba en nuestras salas una de esas películas que parece que nunca se van a estrenar. Tras múltiples aplazamientos, la superproducción de los Wachowski se plantaba ante nosotros para confirmar que los creadores de “Matrix” o los autores del guión de “V de Vendetta” han desaparecido. Nada funciona como debería en otro infame proyecto que añadir a la lista de desastres que la pareja de directores acumula desde hace tiempo. Una estética que pretende ser Kistch, pero que se acerca más a lo grotesco no ayuda a superar el aburrimiento causado por una historia tan ridícula, como ambiciosa. De hecho, si no llega a ser por el mercado chino estaríamos ante uno de los mayores fracasos económicos del año.
6. Pixels: Adam Sandler volvía a demostrar esa preocupante desidia en pantalla que ya es seña de identidad y, encima, nos castigaba con un filme absolutamente descafeinado. Esperábamos más de un Chris Columbus (“Solo en casa”) incapaz de darle el tono requerido a una premisa divertida. Pese a salvar los muebles en lo que a taquilla se refiere, la verdad es que lo que prometía ser uno de los exitazos del verano se ha quedado en rollazo solemne. Al menos Sandler solo interpretaba a un personaje en esta ocasión y no le ha dado por llenarse de látex…
5. El último cazador de brujas: Vin Diesel prometía hacernos pasar un buen rato. El hombre que hipnotiza con las sagas de “Riddick” y “Fast & Furious” se plantaba en nuestras carteleras con la intención de iniciar una nueva saga, pero parece que la cosa se va a quedar ahí. El título lo dice todo en una película que,además de aburrir, es un auténtico empalago sensorial. Todavía no entendemos como Michael Caine, Elijah Wood y el propio Vin Diesel aceptaron participar en el proyecto. Lo normal es que un actor se embarque en un filme tras leer el guión, pero dudamos seriamente de que “El último cazador de brujas” tenga libreto.