¿Realmente procede? Esa es la pregunta que nos hacemos desde hace unos días. La salvaje polémica que se ha desatado alrededor de la obra de teatro de “Harry Potter” parece no tener fin. De hecho, se vuelve más salvaje por momentos.
Situémonos. Días atrás se conocía el reparto oficial de la obra que rescatará a los famosos personajes de los libros de J.K. Rowling para los escenarios. La idea no es otra que transportarnos a la vida del famoso mago, pero en su versión adulta. “Harry Potter and the Cursed Child” devolverá a la vida a Harry Potter, Ron Weasley o Hermine Granger, pero la elección de la actriz que dará vida a esta última no ha gustado mucho.
Noma Dumezweni es el nombre de la intérprete elegida para la empresa. Nadie duda del talento de la intérprete. Lo que no ha gustado nada es otro detalle. Resulta que estamos ante una actriz negra, lo que no tardaba en desatar una tormenta de reacciones en redes sociales. Los miles de fans disconformes con el cambio físico en el personaje han levantado una polvareda descomunal con sus airadas reacciones. Esto generaba la consiguiente reacción de muchos sectores que no han dudado en salir en defensa de Dumezweni. Incluso la propia J.K. Rowling decidía defender públicamente la elección. De hecho, la autora de la saga literaria ha pedido a los fans mayores dosis de tolerancia.
Ahora la pregunta que nos planteamos es bien sencilla: ¿La polémica obedece a una cuestión de puritanismo de los fans o hay un poso de racismo?