La ha liado parda. Cuando vimos la última entrevista concedida por George Lucas, ya nos imaginábamos que la cosa iba a dar mucho que hablar. El director y padre de “Star Wars” decidía poner fin a su tregua con Disney a lo bruto. Lucas decidía despacharse a gusto con la compañía hasta el punto de afirmar que había vendido “Star Wars” a un grupo de “esclavistas blancos”. Las palabras del director se propagaban por la prensa a toda velocidad, lo que colmaba la paciencia de Disney.
El cabreo del estudio es de épicas proporciones. En la compañía del ratón están hasta el gorro de las constantes salidas de tono de un tipo que les vendió LucasFilm por una decisión propia y un precio más que justo (4.000 millones de dólares). La gente de Disney entiende que no tiene ninguna deuda con George Lucas y que sus palabras son una constante grosería, pero esta vez habría roto todos los límites. Así, su gabinete jurídico se habría puesto ya en contacto con un Lucas que ha intentado enmendar su error con un comunicado en el que pide disculpas por sus palabras.
“He estado trabajando con Disney durante 40 años y les elegí como los custodios de la Guerra de las Galaxias (Star Wars) debido a mi gran respeto por la empresa y el liderazgo de Bob Iger. Disney está haciendo un trabajo increíble para cuidar y expandir la franquicia. Rara vez salgo con declaraciones para aclarar mis sentimientos, pero creo que es importante dejar claro que estoy emocionado con que Disney tenga en sus manos la franquicia. La cual está moviendo en numerosas direcciones para el cine, la televisión y los parques temáticos. Más que nada estoy impresionado con el récord de éxito de la nueva película y estoy muy orgulloso del trabajo de JJ Abrams”.
Pronto sabremos si George Lucas ha conseguido aplacar los ánimos de Disney o si, por el contrario, tiene que invertir parte de esos 4.000 millones en abogados.