Pese a su apariencia de capítulo de transición, lo cierto es que pocas entregas de “The Walking Dead” habían logrado despertar más entusiasmo y comentarios. Si las redes se volvían locas con el momentazo que ya todos conocemos (ese mismo, pillines), otro asunto lograba acaparar también la atención de los millones de seguidores de la ficción zombie.
Jesús. Con ese nombre se presentaba en la serie un tipo de mirada misteriosa, pero con mucha más miga de la aparente. La sorpresa era mayúscula al descubrir a un hombre de capacidades tan llamativas (capaz de tumbar a Rick y a Daryl en un suspiro o de desatarse en un pestañeo). De hecho, lo que se presentaba como una peligrosa amenaza iba derivando a una extraña ambigüedad, hasta el punto de dejarnos con la miel en los labios en el último plano del episodio “The Next World”.
¿Quién es Jesús? Pues conviene empezar diciendo que se trata de un tipo más que relevante. De seguir la trama de los cómics, el hombre llamado Paul Monroe es uno de los miembros más importantes de la colonia Hilltop. Este es otro asentamiento de supervivientes, situado a 20 millas de Alexandría. Sus habitantes viven al estilo medieval y, pese a ser bravos en la defensa de su comunidad, no son problemáticos.
La labor de Jesús no es otra que la de buscar otros asentamientos de supervivientes y trazar lazos comerciales con ellos. De hecho, la empatía de Rick con Jesús acaba siendo tal que incluso el hombre se traslada a Alexandría para socorrer a la colonia ante las amenazas venideras. Para el que no haya sido capaz de reconocerle bajo esas barbas, el actor Tom Payne (“El médico”) es el encargado de dar vida a este inteligente y lógico hombre.