La han liado parda. Cuando uno decide invertir 140 millones en una película, lo normal es que esté bastante convencido de que lo que tiene entre manos es una buena idea. Por eso, que alguien se haya lanzado con semejante cantidad para “Dioses de Egipto” no deja de sorprendernos.
Desde que viese la luz su primer tráiler, nuestras dudas comenzaban a dispararse. Pese a la mencionada dotación económica, muchos teníamos la sensación de que Alex Proyas (“El Cuevo”) habría necesitado el doble. Lo cierto es que ni Gerard Butler, ni Nikolaj Coster-Waldau lograban evitar un acabado más que cutre.
¿Os parecía poco 140 millones? Pues podéis sumarle otros 60 de costes de publicidad y distribución. Efectivamente, la cifra que nos sale es de 200 millones de dólares. Teniendo en cuenta ese dato y el hecho de que, cuando encara su cuarata semana en las carteleras de todo el mundo, la cinta no llega a los 110 millones recaudados, lo cierto es que la cosa pinta bastante mal. La esperanza de sus responsables se centran en que el estreno en los pocos países que restan pueda llevar al filme a una cifra levemente superior a los 120 millones recaudados. Unas pérdidas por debajo de los 70 millones ya se consideraría un éxito.
Para colmo, el 87% de críticas negativas que ha cosechado el filme no ayudan demasiado. Todo un desastre el de “Dioses de Egipto”