Esto de la interpretación debería empezar a ser considerado como un deporte de riesgo. Muchos son los casos en los que los actores se han enfrentado a situaciones límite con el objetivo de lograr que el resultado de sus trabajos fuese el mejor posible, pero hay veces que se la juegan sin ser conscientes de ello. Si no, que se lo pregunten a Peter Mayhew.
Para el que todavía no le conozca, Mayhew es el tipo de 2,18 metros de altura que se enfundaba el traje de Chewbacca durante casi 40 años y cuya reciente pérdida todavía lloramos todos los fans de la saga. Además de eso, también era uno de los tipos más queridos del equipo, lo que ha vuelto a ponerse de manifiesto en en la nueva trilogía. Lo que no sabíamos era que eso de meterse en la piel de tan querido personaje podía resultar tan arriesgado…
Como todos los fans de “Star Wars” saben de de sobra, gran parte de “El Retorno del Jedi” transcurría en Endor, el planeta de los Ewoks. Para la localización del lugar, George Lucas y los responsables del filme apostaban por una zona boscosa y de altos árboles, frecuentada por cazadores. Todo un riesgo si eres un bicharraco peludo de más de dos metros.
Ante el riesgo de ser confundido con un bigfoot y recibir el disparo de algún cazador “on fire”, los responsables del filme optaban por una medida especial de seguridad para un Chewbacca que era observado con recelo por algunos lugareños. Esta consistía en que Peter Mayhew debía ir siempre acompañado por gente vestida con ropa de colores llamativos para evitar que su cabeza terminase disecada en alguna cabaña cercana. Lo peligros de ser Chewbacca...