4. Juego de Tronos: La historia se desarrolla en un mundo ficticio de carácter medieval donde hay Siete Reinos. Hay tres líneas argumentales principales: la crónica de la guerra civil dinástica por el control de Poniente entre varias familias nobles que aspiran al Trono de Hierro, la creciente amenaza de los Otros, seres desconocidos que viven al otro lado de un inmenso muro de hielo que protege el Norte de Poniente, y el viaje de Daenerys Targaryen, la hija exiliada del rey que fue asesinado en una guerra civil anterior, y que pretende regresar a Poniente para reclamar sus derechos. La adaptación de las novelas de George R. R. Martin se ha convertido en todo un fenómeno de masas que, si todavía no estás viendo, no sabemos a qué estás esperando
3. House of Cards: El implacable y manipulador congresista Francis Underwood (Kevin Spacey), con la complicidad de su calculadora mujer (Robin Wright), maneja con gran destreza los hilos de poder en Washington. Así arranca una serie centrada en las cloacas de la política estadounidense y en la que acompañamos y deseamos el éxito de uno de los mejores villanos que ha dado el mundo de la televisión. Mayores dosis de ficción de lo que cabría esperar y cierta apuesta por el espectáculo no hacen sino que engancharnos más. Metidos en la situación de sufrir a políticos malos, al menos los nuestros podrían molar tanto como Frank Underwood.
2. Mr. Robot: Elliot Anderson (Rami Malek) es un joven con problemas para las relaciones sociales que durante el día trabaja como técnico de seguridad de una importante empresa informática y por la noche es un desinteresado justiciero cibernético, que se verá envuelto en una oscura trama. s muy difícil sentarse ante el televisor y no pensar automáticamente en David Fincher. La puesta en escena de la ficción parece destilar la esencia del cine del gran director. Si a eso le añadimos el paseo por la cuerda floja sobre el abismo de la moral y la justicia, se hace evidente que estamos ante algo grande. Una de esas series llamadas a taladrar nuestras mentes y corazones tras esta primera temporada.
1. Fargo: Lester Nygaard (Martin Freeman), un apocado vendedor de seguros de una pequeña población de Minnesota, ve cómo su mundo cambia por completo con la llegada de un misterioso y salvaje desconocido (Billy Bob Thornton). Ese es el punto de la primera temporada autoconclusiva de una serie que tomaba el espíritu de la famosa película de los hermanos Coen y elevaba la televisión al nivel de sublime. Cuando parecía inmejorable, la segunda temporada todavía nos dejaba más asombrados. Sin palabras.