El pasado 4 de junio se convertía en uno de los días más tristes para el mundo del deporte. Tras más de tres décadas sufriendo Parkinson, Muhammad Ali dejaba huérfano al mundo del boxeo. El hombre moría para dar paso a una leyenda de dimensiones mayores a lo que ninguno podemos imaginar.
No sólo era un boxeador, sino que también un luchado en muchos aspectos de su vida. Activista e inspiración de millones de personas, su figura encontraba una poderosa adaptación cinematográfica, allá por 2001, con Will Smith como protagonista. Michael Mann dirigía “Alí”, un sensacional trabajo que le valía la nominación al Oscar a su protagonista. No es de extrañar que la cosa fuese tan bien, ya que Smith se pasaba casi dos años junto al enorme Muhammad Ali para preparar el papel. Nacía entonces una amistad intensa entre ambas figuras, por lo que nuestro querido Will Smith ha sido el encargado de ofrecernos una de las más emotivas despedidas de cuantas ha visto el mundo estos días.
“Sacudiste arriba el mundo! Mi mentor y mi amigo .Cambiaste mi vida. Descansa en paz.”, publicaba el actor en su cuenta de Facebook junto a las fotografías de varios momentos compartidos a lo largo de estos años.