Se fue una leyenda. Puede que no fuese actor de Oscar o que sus películas nunca se llevasen la Palma de Oro en Cannes, pero lo cierto es que pocos intérpretes han sido tan queridos por el público como él. Ha muerto Bud Spencer.
“Gracias”. Según comunicaba uno de sus hijos, esta era la última palabra de un Bud Spencer que fallecía en la tarde de ayer “serenamente y sin sufrimiento”. A sus 86 años, el legado que nos dejaba este entrañable gigantón de casi dos metros de altura y 140 kilos de peso era de valor incalculable. Tan capaz de hacernos reír en la gran pantalla, como de soltar una sonora carcajada en cada una de sus apariciones públicas, el mundo del cine no puede dejar de llorar por la pérdida de tan gran tipo.
Bud Spencer nacía hace 85 años en Nápoles con el nombre real de Carlo Pedersoli. En los años 50 despuntaba como nadador profesional con un aspecto bastante alejado del que le lanzó a la gloria cinematográfica. Ganador de incontables títulos, Spencer llegaba incluso a participar en las olimpiadas de Helsinki 1942 y Melbourne 1956. Por aquel entonces hacía su primera aparición en la gran pantalla en la mítica “Quo Vadis?”. Los 70 y los 80 verían su mayor esplendor junto a su compañero de correrías. La sociedad formada con su inseparable Terence Hill nos dejaba 19 películas inolvidables. Mientras tanto, todavía tenía tiempo para trabajar en múltiples proyectos. Su buena visión para los negocios le otorgaría unos plácidos últimos años de vida.
Para despedir a una leyenda de tal calibre, hoy hemos querido recordar una secuencia de “Dos Superpolicías” que nos ayudará a recordar las razones por las que Bud Spencer se ha ganado un hueco especial en nuestros corazones. Buen viaje, amigo Bud.
Buen viaje amigo Bud (Carlo).
Pasé muy buenos ratos con tus aventuras en mi adolescencia. Y te estoy muy agradecido por ello.
Te echaremos de menos, por eso te deseo todo lo mejor en tu nueva misión.
Un fuerte abrazo de parte de Alex !!!.