La guerra se acerca a su fin. Desde aquel funesto día en el que Jon Arryn perdía la vida, todo ha ido de mal en peor. La llegada del rey Robert Baratheon a Invernalia para reclamar la ayuda de Ned Stark como Mano desencadenaba el principio de unos años crueles, convulsos y sanguinarios. Comenzaba así ese fenómeno televisivo de la HBO llamado “Juego de Tronos”.
“Queríamos construir una única historia gigantesca sin material de relleno. Pretendíamos crear algo que, si el público lo analiza de principio a fin, tenga sentido como una única historia. Y ahora estamos definitivamente adentrándonos en el final del juego”. Con estas palabras a Deadline, David Benioff y Dan Weiss comenzaban a apuntar por dónde irían los tiros. Los productores de la serie se referían de una forma clara y contundente a un futuro de la serie que ya tienen más que claro.
“Solo quedan 13 episodios más, repartidos en dos temporadas. Desde el principio habíamos pensado en contar una historia que durara entre 70 y 75 horas y eso es lo que haremos. De momento pensamos en 73. Lo que más nos atrajo del proyecto desde un principio era que se suponía que no sería una serie eterna que cada temporada se inventa nuevas tramas”.
Efectivamente, “Juego de Tronos” pondrá su punto y final justo al terminar la octava temporada. Hasta ahora, las seis que ya hemos visto constaban de diez episodios cada una, pero las dos restantes serán más reducidas atendiendo a ese apunte de 13 capítulos restantes. Realmente, es algo que agradecemos, ya que empezábamos a temer que la serie durase lo suficiente como para perder su encanto.