Tan cruel, como atractivo. Tan desequilibrado, como magnético. Muchos son los grandes villanos que nos ha dado el mundo del cómic, pero ninguno del calibre del guasón de Gotham. Desde su primera aparición, el Joker lograba atraer las miradas de los lectores. Lejos de convertirse en un villano más, el paso de las décadas y sus apariciones en el cine no hacían más que disparar el idilio entre el personaje y un público que está absolutamente enamorado de su temible figura.
Con el estreno de “Escuadrón Suicida” a la vuelta de la esquina, muchas son las preguntas que se vuelven a generar alrededor de este icono de la cultura popular. La versión del personaje que ha construido Jared Leto ha generado que las expectativas depositadas en el personaje se hayan disparado como nunca, pero lo cierto es que los orígenes del gran villano de Gotham siguen siendo una enorme incógnita.
Mucho se había especulado con la posibilidad de que el Joker del universo cinematográfico de DC Comics fuese, en realidad, Jason Todd. Todo apuntaba a que la versión de Robin supuestamente asesinado por el Joker habría tomado la identidad del villano. Esta teoría se sostenía en los orificios de bala vistos en el traje de Robin en la ya famosa escena de “Batman v Superman: El amanecer de la Justicia”. Estos coincidían con sendas cicatrices en el cuerpo del Joker, por lo que no era nada descabellada la idea.
En este contexto, David Ayer ha querido dar su rotunda opinión al respecto. El director de “Escuadrón Suicida” desmentía la posibilidad por completo y llegaba a afirmar que el rumor resultaba uno de los más ridículos que había oído. De este modo, tendremos que esperar hasta el 5 de agosto para saber por dónde van los tiros.