La idea de una historia que una (o enfrente) a Superman y Batman supone una de las mayores fantasías de los amantes de los dos personajes más importantes de la factoría DC Comics. La posibilidad de realizar esta película ya estuvo muy cerca de ser rodada en el año 2001, año en que el guionista Andrew Kevin Walker (responsable de “Seven”), reconocido amante de los cómicos, escribió un guión titulado “Batman vs. Superman”. Este guión tuvo incluso a Wolgang Petersen como posible director, mucho antes de que el proyecto cayese en el olvido.
Sin embargo, quién sabe si ahora nos encontramos ante el renacer de esa idea, ampliamente desarrollada en el universo DC mediante algunas historias que ya han unido a ambos. Una de las más famosas, que un servidor recomienda fehacientemente, es “El regreso del Caballero Oscuro”, de Frank Miller (autor, entre otros cómics, de “300”). Como sabemos, la Warner aún no ha abandonado el proyecto de unión de los superhéroes DC en “La Liga de la Justicia”, lo que quizá podría dar pie a que, en un futuro, realizase una película donde Batman y Superman compartan protagonismo único.
Pero, ¿a qué viene toda esta noticia? Jamás habríamos destacado esta idea de la producción “Superman vs. Batman” sin que el nuevo Superman, Henry Cavill, protagonista de “El hombre de acero” se haya pronunciado al respecto, en declaraciones del actor a SFX:
“Creo que sería muy interesante retomar la vieja pugna entre Batman y Superman. Porque son dos caras de una misma moneda pero con métodos completamente diferentes. En la actualidad se podría hacer una historia interesante con ambos, los dos cara a cara. Creo que sería una gran historia y estoy seguro que es algo que WB pensará en algún momento”.
Por supuesto, lo único que tenemos es el deseo del actor, un deseo que comparte con los millones de aficionados a DC, entre los que me incluyo. Y es que, quién sabe si tanto la trilogía ya concluida del Batman de Nolan y la que probablemente está por llegar sobre el nuevo Superman, ambos universos renovados puedan enfrentarse en una superproducción que hoy no es más que una idea y que, quizá, mañana sea un rumor. Y ya se sabe, cuando el río suena…