El otro lado de la puerta es una cinta de terror del 2015 que ha pasado de puntillas y con discreción. Seguro que muchos de vosotros ya la conocéis y otros tantos no; este artículo es más bien para los del segundo grupo. Si son amantes del género de terror, tienen que darle una puerta y echar un vistacito a lo que hay al Otro lado de la puerta.
Crítica de El otro lado de la puerta
Maria, una mujer que ha perdido recientemente a su hijo, descubre un ritual que le permite despedirse del niño, pero por error se abre la puerta entre este mundo y el de los muertos. Maria deberá arriesgarlo todo para salvar a su familia del espíritu del que un día fue su querido hijo
Esta sinopsis de El otro lado de la puerta pertenece a FilmAffinity y, a decir verdad, está muy bien, pero ya te comes el spoiler y el nudo de la película. De todas formas, el título no es que deje mucho a la imaginación. A estas alturas, los que consumimos cine de terror a menudo sabemos que un niño muerto y una evocación de espíritus nunca resulta bien, así que sí, la peli va de eso. En cuanto al elenco, poco podemos destacar: está la cara conocida de Jeremy Sisto, que ya hemos visto en otras producciones de terror o thrillers, como Mentes en blanco o la serie Secuestrado, y la de Sarah Wayne Callies, vista sobre todo en Prison Break (¡al loro que viene una secuela!) y en The Walking Dead.
La pareja funciona bastante bien dentro de la pantalla y hay cierta química entre los actores. Ellos son un matrimonio que viven en la India y se están recuperando de la trágica pérdida de su hijo. La muerte del pequeño, además, fue muy traumática. La escena se recrea en un flashback y merece mucho la pena, aunque advierto que es pura angustia.
Una oportunidad se presenta en El otro lado de la puerta
Una trabajadora doméstica de la familia que pasó por una desgracia similar entiende el dolor de la madre, así que le propone una última despedida del niño. La condición es, precisamente, que no abra la puerta que lo conecta al mundo de los muertos. Y todos ya sabemos que sí la va a abrir y va a ser terrible.
¿Qué hace diferente a esta película de terror?
La ambientación. Normalmente los espíritus y las posesiones se dan en países angloparlantes. Esta vez, por lo menos el escenario nos sitúa en una exótica India con su propia mitología y sus intrigantes ritos. Por lo pronto, nos introducen a Myrtu, la diosa de la muerte (y una simbología tan inquietante como fascinante) y la tribu de los aghori, unos necrófagos que realmente existen y dan su mal rollo.
El ritmo de la película no es malo y el guión, aunque tampoco es sólido a veces, es bastante soportable sin llegar a grandes situaciones estúpidas y ridículas que le restan todo el realismo posible al cine de terror. No la voy a defender a capa y espada, qué va: de hecho, es predecible paso por paso y la caracterización del niño muerto no es gran cosa. Sin embargo, me quedo con la idea general: ¿quién sería capaz de aguantar la tentación de abrir la puerta? ¿Qué es lo que vuelve del otro lado?
Si no la has visto, es una buena opción: una película normal que no llega a ser lo suficientemente mala como para que te decepcione y quizá sí aporte algo a tu tematología.
Por cierto, el director de esta película, Johannes Roberts, va a llevar a la gran pantalla una adaptación de Stephen King. Creo que hay que tenerlo en cuenta.