Al fin lo tenemos entre manos. En Fox han tratado de ocultar sus cartas durante el mayor tiempo posible, alimentando así las expectativas del gran público. Mucho hemos tenido que esperar para poder ver el primer y esperadísimo tráiler de Logan. La tercera y última entrega de la saga monográfica de Lobezno promete ser una de las cintas más oscuras y potentes de cuantas se han desarrollado a partir de las viñetas de Marvel.
Adaptando de forma libre “El viejo Logan”, la cinta nos trasladará a un futuro apocalíptico en el que casi no quedan mutantes. El Profesor Xavier y un envejecido Lobezno se embarcarán entonces en la complicada misión de proteger a X-23, una joven mutante con la que Nathaniel Essex (Míster Siniestro) pretende experimentar.
Con el tráiler en cuestión ha quedado de manifiesto que la calificación R está bien merecida. Además, la seductora historia del ocaso de un superhéroe ha gustado mucho, pero un elemento ha causado importantes controversias entre el público. Nos referimos a las múltiples cicatrices de Lobezno.
“Planteamos que, a pesar de que se cura rápido, no puede evitar que le queden cicatrices. La idea es que su cuerpo se empiece a desfigurar como para mostrar un patrón de batallas pasadas, heridas que permanecen tras todos los conflictos vividos”. Con estas palabras, James Mangold salía al paso de las críticas. El director del filme explicaba así el elemento que tantas discusiones está generando en las redes.
Promete carallo